
El viernes, cerca del mediodía, la presidenta Cristina Kirchner anunció que enviará al Congreso un proyecto de ley para eliminar el sistema conocido como la "tablita de Machinea", en honor a su creador, José Luis Machinea.
Este sistema es un complemento del Impuesto a las Ganancias y su eliminación era reclamada desde hace varios años por la central obrera CGT, reclamos que chocaban siempre con la negativa del matrimonio K... hasta el último fin de semana.
El Impuesto a las Ganancias es aquel que grava la renta tanto de personas físicas como jurídicas (empresas), quienes deben tributar según el monto de las ganancias que obtengan a lo largo de un año calendario o ejercicio fiscal, en el caso de las empresas. El pago del impuesto se realiza básicamente de la siguiente manera: al comenzar el año calendario o el ejercicio fiscal, se desembolsan anticipos, los cuales deben realizarse bimestralmente. Hay 5 anticipos a los cuales obliga la ley y un pago final (el sexto desembolso) por el remanente del impuesto luego de calcular cuál es el ingreso imponible al final del año o ejercicio. Es importante tener en cuenta que los anticipos se realizan sobre una previsión de los ingresos al final del año corriente, por lo que si una persona o empresa anticipó más de lo que debe pagar al finalizar el año, queda con un crédito a favor para con el organismo recaudador (la AFIP, en este caso). El cálculo, en pocas palabras, se realiza mediante la diferencia entre las ganancias y las deducciones permitidas por ley. Se permite excluir, por ejemplo, los aportes a obras sociales y el sistema jubilatorio, las cuotas para el pago de un crédito, lo que se destine a un seguro de retiro, las asignaciones por hijo o cónyuge de cualquier trabajador. Todo esto hasta ciertos límites (ver cuadro más abajo). Todo lo que excluye la ley, debe computarse para calcular el pago del impuesto, o sea, entra como base imponible.
Ahora bien, a mediados de diciembre de 1999, el Congreso aprobó el Presupuesto Nacional (es decir, lo que espera recaudar y gastar el Estado a lo largo del año siguiente, con el detalle acerca de dónde van a salir los fondos). Vale aclarar que lo hizo gracias al apoyo del PJ, partido gobernante hoy día. El Presupuesto incorporaba un ajuste fiscal importante, tanto por el lado de los gastos (se bajaban principalmente jubilaciones) como por el lado de los recursos (se subían impuestos). Justamente uno de los impuestos que se aumentaba era el Impuesto a las Ganancias, cuyo esquema se modificaba incorporando la "tablita", elaorada por el entonces Ministro de Economía de la Alianza, José Luis Machinea, designado apenas una semana antes por el flamante presidente Fernando De La Rúa. De esta forma, el nuevo gobierno empezaba con el pie izquierdo, dado que prometía vientos de cambio, pero la sociedad se encontraba con medidas impopulares políticamente.
Es muy interesante observar que en los principales diarios del país, las noticias más relevantes de la sección de Economía trataban sobre cómo subir impuestos (haciendo retornar a algunos perdidos en el mar de la legislación tributaria) o cómo luchar contra la evasión, así como los debates acerca de cómo generar una baja del gasto público. El gobierno de la Alianza heredó un dramático agujero fiscal, que sólo le dejaba dos alternativas: subir impuestos o bajar gastos. En tiempos de recesión, cualquier economista aconsejaría bajar impuestos y subir gastos de forma de estimular la demanda, es decir, poner dinero en el bolsillo de la gente para que consuma y se recupere la actividad económica (pronto voy a escribir un posteo sobre el dilema en esta materia en cuanto a la situación actual de Argentina). Pero la Alianza no podía si quería continuar honrando sus deudas (en otro posteo se entenderá por qué). En pocas palabras, el Estado necesitaba dinero, y mucho.
El cambio que se introdujo con la "tablita" fue simplemente incorporar un cuadro como el siguiente (la "tablita" es la última columna del cuadro):
José Luis Machinea acaba de rechazar la eliminación de la "tablita" en un artículo publicado en el diario La Nación el fin de semana último. Y estoy de acuerdo en su defensa del esquema ¿En qué me baso? Simplemente en que mantiene la progresividad del impuesto, es decir, el que gana más debe pagar un poco más de impuestos. No soy ingenuo y admito que la "tablita" tiene una grave distorsión y es esa falencia la que está cegando al gobierno de Cristina Kirchner. Como en su momento el gobierno se negó a eliminar la Resolución 125 de aumento de las retenciones al agro y propuso modificarla muy parcialmente, hoy el gobierno va al otro extremo y decide hacer desaparecer un sistema que defendió durante 5 años y cuyas falencias podrían solucionarse con una simple modificación.
La "tablita" puede conservarse y la clave radica en la forma gráfica que la caracteriza. Los saltos que muestra el gráfico de más arriba son los causante de semejantes saltos en el cálculo del impuesto al introducirse un aumento salarial. Si se pudiera diseñar un esquema de deducciones con el espíritu de la "tablita" pero que mostrara una curva descendente y no una escalera, podrían solucionarse las disparidades en los cálculos. Hace sólo días, Claudio Moroni, el director de la AFIP, comentaba en una entrevista este mismo punto.
La "tablita" será eliminada definitivamente en los próximos días por el Congreso. Con ella se irá una importante cuota de progresividad que tenía el Impuesto a las Ganacias. Se espera que tenga un costo fiscal de alrededor de $2.500 millones, que irán al bolsillo de aquellos que ganen más de $7.000 (como los diputados, senadores y demás funcionarios públicos). Probablemente, un costo fiscal similar podría asumirse mediante la disminución de algún punto del IVA o de impuestos cuya participación en la recuadación total es ínfima, de forma de comenzar de una vez por todas la regularización del sistema tributario hacia uno de mayor equidad y eficiencia. Nos estamos viendo.